martes, 10 de febrero de 2009



Déjale llover, que saboree cordones de zapatos mientras los tulipanes corren por el jardín. Déjale, déjale un rato y que al volver nos cuente qué estuvo haciendo, si regar o recoger coquillas en el Mediterráneo.
Silencia por un momento la radio y descubre la música que sale de sus labios cuando suspira. Apaga la luz un rato y recoge dos goterones del techo para que aparezcan las estrellas que esconden debajo. Siéntate y descansa observándole, y relájate a las diez como si fuera la siesta de las cuatro de la tarde.

Déjale, déjale dormir.

4 comentarios:

X dijo...

Oh no, me acabo de levantar y ya me has dado sueño. :)

Laura Luna dijo...

Oh, es precioso :D Muy onírico y sensible ;)

Déjate besar por mí,
Mun

Yopopolin dijo...

dejale, dejale que sigua escribiendo como lo hace... dejale que nos muestre su corazon en cada letra, que nos llene de sensibilidad en cada palabra... dejale que nos haga felices con sus huellas...

bsssssss

Kâlü dijo...

Me encanta ;)