Te asombrarías de cómo pasa el tiempo, de cómo crecemos. Si pudierta explicártelo, te asombrarías de las costumbres que hemos perdido, de los miedos que ya no tenemos. Te asombrarías, si lo supieras, de las personas que han seguido nuestros pasos, de las que nos han sobrepasado, de las que nos siguen de lejos.
Te sorprendería el murmullo de mis años, de cómo crujen las huellas a nuestros pasos
ahora que pesamos.
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