lunes, 8 de enero de 2007

Nadie

Cerró la puerta del piso dando un portazo, para dejar claro a nadie de que se iba, de que no quería regresar a ese lugar invadido por recuerdos de nadie. Saltó escaleras abajo, por los desconchados escalones que no habían sobrevivido al paso de los años, obviando al ascensor, perseguida por una presencia silenciosa que pretendía frenarla y hacerla fijarse en los viejos buzones oxidados, donde nadie aparecía junto a su nombre indicando que la casa la ocupaban ¿dos?, ¿una persona?. Corrió calle arriba, hasta llegar a un parque verde, lleno de parejas, abuelos paseando, niños jugando al cuidado de madres que cotilleaban, jóvenes charlando, pájaros persiguiéndose entre las ramas de los árboles, alguna ardilla que, presurosa, cruzaba uno de los caminos transitados por los paseantes que habían salido a que les diese la luz del Sol y, destacando en mitad de esa nada, nadie yendo hacia ella a abrazarla, a decirla que no, no estaba sola, que ellos dos siempre estarían juntos.


Siguió, tropezándose con el pavimento de la acera, siendo sujetada por nadie para evitar que cayera y se lastimase, tratando de llegar, ¿a dónde? Se perdió, vagabundeó por la ciudad vacía acompañada por nadie, llena de gente con prisa que pujaba por llegar la primera a ningún sitio, cruzándose con los rostros de nadie, pero también de todos tras cada esquina. Caminó, caminó, caminó. Sin rumbo, sin un destino fijo. Nada más que librarse de esa presencia de nadie que la perseguía y buscar, encontrar por fin a nadie que de nuevo, una vez más, le dijese que la quería.

Nadie sabe dónde, nadie sabe cuándo, nadie sabe cómo, nadie sabe por qué nadie se dejó ver, por un solo instante salió de su escondite tras la nada y ella le descubrió y le preguntó por última vez por qué nadie estaba a su lado cuando dormía, porqué nadie la consolaba cuando lloraba, porqué nadie le susurraba las noches de tormenta, porqué nadie compartía el corazón con ella.



Y la respuesta, querido nadie, sólo la sabe...nadie.

4 comentarios:

Darka Treake dijo...

Joe, Ailën...
Qué triste, espero que no estés tú así, que hayan sido sólo unas palabras surgidas de pronto...

lo han sido, no?

Darka.

Anónimo dijo...

... ¡Vaya, parece que te ha llegado la inspiración!...
Me gusta mucho la personificación que haces de "nadie" y el juego de palabras y de ideas que haces con ello... Seguro que es un mecanismo del que se puede extraer más jugo.
Me gusta; es triste, sí, pero me gusta... Cuando ya no eres adolescente, sientes envidia de ese punto de dramatismo, fatalismo y exceso que hay en todos los sentimientos que se tienen a esa edad... ¡te envidio!
(Lo siento, no me resisto: reléelo otra vez, corrige algunos errores ... si anduvo por ahí dando vueltas, ¡mejor decirlo claramente! Nadie se va a sentir mucho mejor cuando lo lea...)
¡Animo!... A seguir buscando y a seguir intentándolo.

Besos, VerLaLunaLlena.

beyo dijo...

Mmmm... me ha gustado. A mí me pasa, que ando y ando y ando (por cierto, un secreto: anduvo) sin ir ni llegar a ninguna parte.

Si nadie conoce la respuesta es que la pregunta está mal hecha.

saludos :)

Anónimo dijo...

Ya es hora de que comente, lo había leido y es rematadamente precioso. Puta vaguería... Te sientes así muchas veces, como un dibujo animado sobre un columpio ^@.@^