sábado, 5 de mayo de 2007

Juicio

Las hojas susurran silencio,
el viendo del monte se calla.
Un río pequeño y gélido
regala secretos de agua.

Y ahí estás tú, esperpento,
imitas requiebros de escarcha.
Hablando con mil mariposas.
Trabando el lenguaje de hadas.

Ahora que llueve te espantas,
gritas que no sabes nada.
Mientes, aúllas, reclamas
justicia, vendiste el alma.

Poco a poco te rodean
libros, niños, cosas serias.
Sigues desvariando, temiendo
el final que esperabas.

¡Fuera! Ilógico agujero.
¡Fuera! Desecho mundano.
No rasgues sueños indecisos.
No escupas más besos ajados.

4 comentarios:

Tamaruca dijo...

Que no rasque sueños, vale. Pero que siga escupiendo versos, no? ;)

Mmua!

Tea Girl dijo...

Buen poema. Tiene un poco de todo: odio, rencor, esperanza, cambio...

Me gustó.


Besos

Raquel dijo...

¡Qué bueno, qué bueno!

Besos fuertes.

Laura Luna dijo...

No he entendido el poema 100%, pero se puede percibir la rabia. Más vale descargar el odio en versos que en puñetazos :)
Besines,
Mun