lunes, 12 de noviembre de 2007

Cuentos de estrellas I




Si Nerea pudiera ser una estrella, seguro que sería esa. No tenía muy claro el por qué, quizá por su brillo argénteo, un poco más blanquecino que el resto, quizá por sus guiños traviesos, quizá por los buenos recuerdos. Quizá por el aparente giro del resto de estrellas alrededor suyo, en una suerte de adoración que sólo la hacía parecer más sola.

La observaba desde la ventana abierta de su habitación, tratando de recoger cada tinte de resplandor con su mirada, bañándose en la calma que la regaba cada vez que contemplaba el firmamento...


Una gota plateada cayó sobre el alféizar. Y después otra. Y otra. Hasta que se formó un charquito que reflejaba el cielo.


Nerea lo miró, pensativa.

Y cerró los ojos para no ver llorar a su estrella, su estrellita.

Polaris.





Imagen: Polaris - The North Star, de cosmosue, deviantArt

5 comentarios:

Ladynere dijo...

Yo también quiero ser una estrella ^^

un beso!

Tamaruca dijo...

Debe ser duro ver llorar una estrella... ¿Cómo consolarla?

Muchos besitos, niña. Me alegra mucho tu regreso :)))

Kâlü dijo...

ho, estrellita (gatica) yo tmb sty aki y vengo a firmarte ^^

suerte con esos examenes!

besikos nena!

Darka Treake dijo...

Qué bonito Ailën... me ha gustado mucho.

hacía tiempo que no venía por aquí... todo bien??

1bsito!!!
Darka.

Laura Luna dijo...

Tierno ;) Feliz regreso :D
Un besote,
Mun