martes, 1 de septiembre de 2009

Decidió dedicar su último libro a todos aquellos que aún esconden monstruos (y amantes) en el armario. Tratar la decadencia de las amapolas en las noches de helada no es fácil si lo haces con los ojos vendados y el corazón roto. Por eso, el último capítulo tenía como título el silencio.

4 comentarios:

X dijo...

Y estaba en blanco.

Yopopolin dijo...

como titulo el silencio, pero no estaria en blanco como dice X... porque menudo final!! original y demoledor para el lector... xD

bss

Psicodélica dijo...

todos escondemos monstruos bajo la piel...
yo la primera:)
(Por cierto, firmita en la entrada anterior...)

Anónimo dijo...

... y es que, a veces, ¿qué hay mejor que el silencio?