Berlín es una ciudad que se explica desde sus espacios vacíos.
Pensar a los hombres como Berlines en ruina y reconstrucción. Limitarnos a leer sus derrumbes, sus ladrillos quemados, sus mínimos hierbajos que asoman bajo los escombros de lo que tal vez nunca fue grandeza pero hoy lo simula. Descubrir, llegados a cierto punto de desolación absoluta, entre estas esquinas destrozadas que desdibujan a la totalidad de la persona, un vestigio de aquello hacia donde van, una brizna de la vida que sueñan o simulan tener.
Comenzar a entender entonces un proceso de reconstrucción subyacente, en el que toman parte los ladrillos, las esquinas demolidas, las medianeras desnudas. El frente a frente de dos cuerpos que nunca fueron pensados para mirarse directamente pero que hoy, cuando toda la ciudad contiene la respiración sin saber que ya ha comenzado a vivir de nuevo, casi se besan.
Las imágenes son una versión en blanco y negro de 'East Side Hotel', de Berlín, y una fotografía de uno de los playgrounds proyectados por Aldo van Eyck para la ciudad de Amsterdam en los vacíos dejados por los edificios destruidos tras la Segunda Guerra Mundial, la saqué de aquí.
1 comentario:
Me has dejado sin palabras por la manera de escribir tan bonita que tienes, en serio.
Y Berlín, ojalá pudiera ir pronto. Es uno de mis sueños.
Me quedo por aquí.
Un saludo desde http://retales-de-mis-noches-de-insomnio.blogspot.com.es/
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