viernes, 16 de febrero de 2007

Cuento


En un reino muy muy lejano, allá donde ocurren todos los cuentos de hadas, había una torre altísima, tan alta que la veleta de su tejado rozaba las nubes y en las noches despejadas hacía cosquillas a la Luna (nadie sabe para qué querían una veleta tan alta, pero ahí estaba, girando al son del viento).


En la cúspide de esa torre vivía una princesa. No era una princesa tonta y remilgada como las de cuento, era una princesita muy especial. Una gran persona que brillaba tanto como la luna. A veces, en esas noches sin nubes, algunos habitantes del reino la confundían con una estrella.
Pero la pobre princesa vivía sola en lo alto de su torre y había pocos príncipes con suficiente valor como para iniciar la ardua escalada hasta ella. Esa era la razón por la que la princesa nunca tenía compañía en su torre. Pero no debería preocuparse porque, el día menos pensado, un príncipe de verdad iría a buscarla y a estar con ella en la torre.


Esa princesa eres tú.


Dedicado a quien se lo envié en un mensaje,

ya sabes que yo he llegado allí porque soy un poco bruja.

Pero hay un príncipe de verdad

(no uno de esos papanatas que pululan por las calles)

buscando tu torre.

Y acabará encontrándola.

8 comentarios:

Yepetta dijo...

Es extraño. COmienza muy bien y acaba muy ¡pum! esto es todo y te quedas O.O pero esta bien, y la imagen super chula.

The Roach dijo...

buen blog!!
saludos

Tamaruca dijo...

Pues mi príncipe, suponiendo que exista, se ha ido de marcha con los papanatas que pululan por las calles. O será que es un papanatas?? Ainsss...

;D

Un besico pexioxa!!

Oz dijo...

Extraño final. Felíz por una parte porque algún día alguien irá a buscarla... y triste por otra porque aún ha de esperar en la soledad de la torre...
Bonita imágen...

bepasonico dijo...

Saludos
Como a todo que espera tiene como compañera impaciente a la búsqueda, mejor seria una tenue espera y dejar que el manto estelar se encargue de unir elementos propios para si.

Ladynere dijo...

¿Y si no es un príncipe y es otra princesa? Bromas aparte, que el género masculino últimamente anda muy vago para escalar torres...

Ains, que salga ella a la calle, a tirarles pedradas a los papanatas ^^

Ahora en serio. Me ha gustado mucho, mucho. Y la imagen acompaña más el sentido del relato.

Besos!

Darka Treake dijo...

Qué bonito Ailën...
Me ha gustado mucho.

Veo que esta princesa tiene nombre y apellidos, y que has preferido dejarla en su intimidad...
Estoy seguro de que al menos ha sonreído con el consuelo que le has brindado...

Puedes decirle que yo mismo me ofrecería a escalar su torre para acompañarla, pero es que ahora mismo me encuentro ya escalando... lo siento!
De todas maneras, yo soy de los que piensa que hay muchos príncipes valientes disponibles. Si ella no puede buscarlo desde ahí porque está encerrada, él aparecerá el día menos pensado, sólo tiene que esperarlo en su ventana...

1 saludo,
Darka.

Anónimo dijo...

¿Esperar a que le vayan a buscar?... Es romántico, sí... Si no tiene ganas de salir, que no salga... Con libros, veletas que hacen consquillas y otros entretenimientos, quizás no queden ganas de conocer papanatas de uno y otro sexo... Estoy empezando a pensar que me gusta creer que en realidad no espera... ella está a lo suyo, construyéndose como "persona especial", en esto está su disfute... lo demás vendrá por añadidura.

(Me he topado de casualidad con tu ¡tercer blog! Vi-viendo viendo... También pienso visitarlo... Lo tienes poco publicitado...)

Besos, VerLaLunaLlena.