domingo, 7 de octubre de 2007

2

Escribir para vivir

Oyó a su musa irse, silenciosa, sigilosa, dejando atrás un breve resquicio de supiro por el que que trataría de escapar la vida.
"Mierda", murmuró pluma en mano.
Pero siguió escribiendo.

6 comentarios:

Laura Luna dijo...

Corto e intenso, con el mensaje bien condensado ;) Éste me ha gustado más que el anterior, aunque uno de los adjetivos "silenciosa" o "sigilosa", me sobra, porque la idea ya se expresa bien con sólo uno de ellos.
Un besito,
Mun

Celia dijo...

Siento la sensación de soledad, de vacio... ¿o no? ¿y si la musa solo era equello que acompañaba a la verdadera razón para empuñar la pluma?...

Como siempre chapeau!

Nunu and Mac dijo...

Cada vez que vengo aquí me hago dos preguntas...

1. ¿Cómo hiciste este sitio tan bonito?

2. ¿Has hecho un pacto con las musas? Quizá te gustaría La dama número 13, de José Carlos Somoza...

Un beso!

bepasonico dijo...

Saludos
Interesante escrito
Ya no actualizas seguido espero seguir en contacto

Ladynere dijo...

Impresionante, me he quedado completamente enamorada de este post ^^

un beso!

Darka Treake dijo...

Sí, la verdad es que eso es lo que hay que hacer... el mejor remedio para que vuelva...

Muy bueno!!!!

Darka.