viernes, 23 de enero de 2009

Paréntesis I

Hoy he decidido volver a escribir. No como antes, eso sería absurdo. Todo ha cambiado. Yo he cambiado. Pero sí más que ahora. El por qué lo he decidido hoy y no ayer no lo sé, es algo que llevo pensando tiempo, cada vez que me digo ¿por qué lo dejaste poco a poco? Pero sí sé por qué no lo decidí hace, por ejemplo, una semana. En primer lugar, y realmente como razón de que la decisión haya sido tomada en este tiempo, es porque hace una semana exactamente estaba disfrutando de un concierto medio concierto-sorpresa. Y es que los conciertos son algo tan especial que de un tiempo a esta parte puedo asociar cada uno de ellos con algo importante, en ocasiones incluso han cambiado una parte de mi vida... O mi forma de verla.

Hablando del concierto del viernes pasado, he de decir que llevaba esperándolo dando saltitos desde que supe que estaba programado, pintaba bien la noche. Para empezar, era en el Café Teatro, de Valladolid, un sitio que he pisado poco, pero que me encanta. Y por rematar la jugada, era de un cantautor al que probablemente conozcáis poco por el nombre, pero seguro que hay una canción suya que conocéis: Fernando Álvarez. Le conocí hace casi un año, cuando tocó en la biblioteca de mi pueblo por San Valentín en un recital junto a Raúl Vacas, y desde entonces me encanta su música. Pero en el cartel se encontraba otro músico al que ni yo ni ninguno de mis amigos conocíamos y al final resultó que también tocaron otros dos artistas de los cuales nosotros no sabíamos nada pero que nos sorprendieron gratamente: Fernando Maés, Javier Delgado y Javier Ezpeleta. ¡Con qué cariño recordaré este concierto! Nos sorprendieron con canciones preciosas y con una improvisación final de los cuatro juntos que dejó muy buen sabor de boca.

Después de este concierto, con los recuerdos y las sensaciones que me ha regalado, ando con mis ánimos a flor de piel y me he dado cuenta de que yo realmente no quiero esta cómoda quietud en la que estoy ahora. Que quiero volar aunque sea aquí mismo, sin irme, que quiero seguir creando, creando mi mundo, creándome a mí misma. Y para ello debo volver a escribir. Llevo unos días con la sonrisa puesta, no sólo en la cara, en mí. Sé que no es una sonrisilla "normal", sino mi sonrisa. Y pienso mantenerla.

Sé que he dejado todo un poco mal colgado, que me he ido por las ramas para luego volver de un salto al tronco, pero los pensamientos han andado más rápido que mis dedos al teclear, y no quiero cambiar nada de lo escrito, por mal que esté. Es éste el porqué del paréntesis. Dado que no me siento capaz de escribir nada decente, optaré por contar mi vida, por hablar por hablar y divagar, hasta que tenga fuerzas de nuevo. Calentando motores, que dicen por ahí.

Quizá esto también sirva para reavivar otro blog que creé este verano, un blog que en principio estaba destinado a albergar cosas como esta pero que hoy por hoy está casi vacío.

Y con esto cierro paréntesis, deseandoos suerte a todos los que andéis de exámenes o los tengáis próximamente. Y a los que no, también =).

2 comentarios:

Ailën dijo...

No, eso no me gusta. Pero me dije que no lo borraría. Y no lo voy a borrar.

Yopopolin dijo...

pues a mi si me gusta asi que mas vale que no lo borres!! los conciertos siempre son especiales... no se... me encanta la nueva imagen de tu blog! y espero que esta vuelta tras el parentesis signifique tu vuelta definitiva a este mundo. bienvenida de nuevo! encantado de volver a saber de ti!