domingo, 19 de abril de 2009

O cómo generar incendios de nieve en el Auditorio de la Feria de Muestras

Cuando, tras la apertura de puertas, nos tocó el turno de entrar, nos asentamos en una nada despreciable tercera fila de butacas. Entre tanto, observando a la gente, era imposible no preguntarse cuánto aguantaríamos sentados, pero al apagarse las luces nos llegó la respuesta con una gran carrera que logró situarnos en primera fila. Ladeados, de nuevo. Pero en primera. Como nunca.




Al poco empezaron situándonos Allí donde solíamos llegar, tras la cual Santi nos dirigió unas palabras. Innecesarias, claro, él pensaba perdinos que nos levantáramos pero allí no quedaba nadie sentado. A la tercera (por aquello de que éramos tres y este era nuestro tercero) me llevé una bonita sorpresa, al poder escuchar las primeras notas de Las malas lenguas, canción que soñaba con que la tocaran en directo, pero sospechaba que mi sueño no iba a ser cumplido. Pues sí, señores, ¡sí!. Lástima que no la haya escuchado lo suficiente como para saberme la letra. El concierto continuó para todos, cantando y bailando, y peleándome con la cámara para lograr que el flash no me estropeara las luces, admirando al genio de Santi Balmes y las letras que nos demuestran que aquello de que "en el pop no hay poesía" que nos cantó en La mirada de la gente que conspira es mentira, cuando menos para mí. Porque poesía, a finde cuentas, es aquello que transmite más que letras y palabras(*) y ellos lo consiguen de sobra y me hicieron salir con una sonrisa boba, bobísima -pero esto debería haberlo contado al final de todo-.


Santi Balmes, o el poeta que dice que en el pop no hay poesía.


Estos catalanes que cantaron en inglés y ahora lo hacen en español nos concedieron el honor de tocar por primera vez en directo aquí, en Valladolid, 1999, tema de su nuevo disco del que también pudimos escuchar Miau y Segundo asalto, probablemente entre otras, pues me falla la memoria y no he logrado encontrar un tracklist por ninguna parte. Pero, como ellos mismos dijeron, se preocupan por tocar un 33'3(periodo) de Maniobras de escapismo, otro 33'3(periodo) de Cuentos chinos para niños del Japón y el 33'3 restante de 1999 O cómo generar incendios de nieve con una lupa enfocando a la luna, así que entre historias y risas y los bailes ya nombrados nos llevaron de viaje con Universos infinitos y me hicieron feliz con La niña imantada por aquello de dedicárselo en primer lugar a las chicas que teníamos el peridodo, ¡ja! Y como dijo Julián que le habían dicho, uno de los lugares más sexys para hacer el amor son los ascensores, así que por supuesto que nos deleitaron con Música para ascensores y si del amor va la cosa, ninguno de ellos debe de tener miedo de decir Me amo, de lo enormes que son. En algún momento creo que tocó una previsión de futuro, con ese Domingo astromántico y mención al pasado, de su inglés al español con Maniobras de escapismo.


Julián Saldarriaga


Llegó un momento sorprendente y apoteósico cuando aparecieron vestidos de astronautas (o espermatozoides, no lo tenían muy claro) y tras una arenga por la castidad de Santi, que no se lo creen ni sus instrumentos (musicales) nos presentaron a Marlene, la vecina del ático y las múltiples vocecillas. Probablemente alguna de las canciones de antes entraran dentro del pack astronáutico, pero mi memoria no es perfecta, lo siento. Y de ser hijos de puta sólo nos libramos algunos de los que estábamos allí, porque con Los niños del mañana ampliaron la susodicha parte de la canción hasta los que no estaban, o estaban pero invitados, o se les haya ocurrido hacer una crítica mala de este pedazo de concierto. Y como la mía creo que no es en contra, ni mucho menos, y aunque jóvenes nosotros no somos niños, me libro. Empezaron a acabar dejándonos claro que somos unos raros, todos los que fuimos al concierto y no pertenecemos al Club de fans de John Boy sino de Love of Lesbian, pero faltaba algo, que para eso llevaban trajes plateados de espermato...astronautas, porque Houston, tenemos un poema, y nosotros lo comprobamos.


Astronáuticos


Pero no podían cerrar sólo con eso, sino con un remix extraño de (una canción que no recuerdo) y Shiwa, la cual me habría encantado escuchar en mitad del concierto y así haber podido llamar a mi pequeña Yepe, pero no pudo ser, y por ese entonces yo ya estaba bailando como una loca, disfrutando de nuestros últimos minutos. Al final no fueron tales, porque simpáticos como son, por grandes que también sean, bajaron a la sala de butacas, al espacio entre estas y escenario a bailar. Sí, abajo,con nosotros, ELLOS. Mientras tanto, sonaba Algunas plantas y nosotros salimos volando hacia el centro, justo después de preguntarnos ¿Qué leñes hacíamos perdidos en primera fila la cual se había convertido en última?



Fin


(*) Incluyo con esto parte de la prosa en poesía, sí.

(**) Probablemente me falten canciones, o quizá me sobren, así que cuando me lo vayan indicando pensaré si editarlo o no.

(***) Las fotografías las hice yo, las podéis ver en mi galería de flickr, junto con una o dos más, sólo subí las que mejor quedaron.

4 comentarios:

maloide dijo...

Miau también entró en el pack astronáutico; y en dos partes, como las buenas óperas!

Creo que el pack también incluía la curiosa e improvisada versión del love is in the air; tan palpable.. :)

Yopopolin dijo...

vale ya veo que el concierto genial!!! joe, que envidi... sana!! jeje
bss

X dijo...

En los conciertos siempre me lo paso genial, no hay nada comparable por muy bien que me lo pase un día cualquiera saliendo por ahí. :)

bydiox dijo...

Qué gran concierto :D